La necesidad de orar unos por otros: ¿por qué es tan importante?

La necesidad de orar unos por otros es una enseñanza fundamental en la vida cristiana. La oración no solo nos conecta con Dios, sino que también fortalece nuestra comunión como cuerpo de Cristo. Este artículo explora lo que la Biblia enseña sobre la importancia de interceder por otros y cómo esta práctica fortalece tanto a quien ora como a quien recibe la oración.

1. La Biblia nos enseña que debemos orar

Jesús mismo nos exhortó a orar constantemente. En Mateo 26:41, dice:

“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”

Esto nos recuerda que nuestra carne es débil y necesitamos la fuerza espiritual que proviene de la oración. No se trata de una sugerencia, sino de una necesidad vital para mantenernos firmes en la fe.

¿Cuándo debemos orar?

La Palabra de Dios es clara: debemos orar en todo tiempo. En 1 Tesalonicenses 5:16-17 se nos instruye:

“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar.”

Esto significa que la oración debe ser una práctica continua en nuestras vidas, no limitada a momentos de dificultad o rituales religiosos.

2. Nuestra lucha es espiritual, por eso debemos orar

Muchas veces olvidamos que el verdadero conflicto que enfrentamos no es contra personas o situaciones, sino contra fuerzas espirituales. Como lo explica Efesios 6:11-17, estamos en una guerra espiritual, y por eso nuestras armas deben ser espirituales, comenzando con la oración.

“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo...”
(Efesios 6:11)

La oración es parte de esa armadura. Sin ella, estamos expuestos y vulnerables a los ataques del enemigo.

3. Fuimos llamados a orar por todos los santos

Orar no es solo para beneficio propio. Según Efesios 6:18, también debemos orar por todos los creyentes:

“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.”

Esto significa que debemos estar atentos a las necesidades espirituales de nuestros hermanos y hermanas en Cristo, levantándolos en oración constantemente.

4. Debemos orar por los que predican el Evangelio

El apóstol Pablo pidió oración específica para aquellos que comparten el mensaje del Evangelio. En Efesios 6:19-20 dice:

“Y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio... que con denuedo hable de él, como debo hablar.”

Los predicadores, misioneros y líderes espirituales enfrentan ataques y desafíos únicos. Necesitan el respaldo constante de la iglesia a través de la oración.

Conclusión: orar unos por otros es una responsabilidad y un privilegio

La necesidad de orar unos por otros no es una opción para el cristiano, sino una responsabilidad que refleja el amor y la unidad del cuerpo de Cristo. Es una práctica poderosa que fortalece, sana y protege. Que cada uno de nosotros pueda asumir con seriedad este llamado y convertir la oración intercesora en un estilo de vida.

Autor: Madaín Figueroa